viernes, 22 de agosto de 2008

Visita obligada en Oaxaca: Los Danzantes


Por:Alberto Albarrán Leyva
Cuando visite la bella ciudad de Oaxaca, no debe de pasar por alto el comer o cenar en el restaurante “Los Danzantes” un lugar sensual, acogedor elegante y cosmopolita, en el cuál vivirá una experiencia con sus cinco sentidos a través de la cocina y bebidas mexicanas.
Los Danzantes se suma a la riqueza de la comida Oaxaqueña, por lo que la cocina campesina de autor, encabezada por el chef Miguel Jiménez Herrera, hace que su experiencia gastronómica sea realmente placentera ya que utiliza los mismos ingredientes de la cocina tradicional del campo de Oaxaca, pero a su estilo, integrando las últimas tendencias, ingredientes y técnicas de las mejores cocinas del mundo.
Maíz, frijol, chile y mezcal, son los ingredientes perfectos que se mezclan en Los Danzantes, por lo que no debe dejar de probar la Hierba santa rellena de quesillo y queso de cabra con salsa de miltomate, los Totopos Oaxaqueños c/ jaiba y chintextle, la Sopa de chapulines con quesillo, los Ravioles de Huitlacoche en salsa de flor de calabaza y chile poblano y la Barbacoa de Pollo y Nopales con salsa de pulque acompañada con frijoles.
Estos platillos son los favoritos de los 37 existentes en el menú que ofrecen una gran variedad para paladares exigentes y deseosos de probar lo mejor de la cocina mexicana. Además en Los Danzantes podrá encontrar platillos de temporada como los Hongos silvestres frescos de la sierra sur del Estado, que por cierto podrá disfrutar en esta época de lluvias; otra sugerencia de platos de temporada es el mole de cadera, que se consume en otoño.
Complementan los festivales que año con año se organizan, por lo que ahora en septiembre no debe perderse en septiembre el festival de los Chiles en Nogada, en el cual se presentan tres distintas recetas de maridajes con vinos mexicanos. Para mayo ya es tradición en Los Danzantes el festival de Bichos y Mezcales, con gusanos de maguey, gusanos de nopal, escamoles y chapulines con destilados de agave.
El complemento ideal de esta cocina es sin duda la carta de vinos y mezcales mexicanos que Los Danzantes ofrecen a sus comensales, sin embargo se recomienda degustar el Vino Casa de la Santa Cruz, un vino de autor, hecho en Ensenada, Baja California, por el enólogo Hugo D’Acosta, con una mezcla de uvas Grenache, Tempranillo, Carignane y Zinfandel. Es un vino suave, ligero, de buen cuerpo, con aromas y sabores a madera, con notas de canela y frutas rojas.
Sin embargo, al estar en la tierra del Mezcal, Los Danzantes ofrece el “de la casa” hecho artesanalmente por el maestro mezcalillero Baltasar Mateo en Santiago Matatlán, Oaxaca, en las variedades de blanco, reposado y añejo y el cuál no debe dejar pasar por alto, eso sí, acompañado de su sal de gusano y rodajas de naranja.
Para cerrar con broche de oro, este restaurante oaxaqueño, ofrece un buen puro elaborado a mano por Don Antonio Sánchez Cejudo, con una selección hecha de hojas enteras de variedad Sumatra del Valle de San Andrés Tuxtla, Veracruz. Por esto y más, comer en los Danzantes de Oaxaca, es una visita obligada en su próxima a esta bella ciudad, donde además seguramente aprenderá la filosofía de quienes ahí laboran, la cuál es: ofrecer con orgullo nuestros productos mexicanos, somos gente comprometida con los ideales que nos respaldan, como son el reconocimiento del origen de nuestros productos, el compromiso con las comunidades con que nos relacionamos y de donde provienen algunos de los insumos, el respeto al medio ambiente y el desarrollo del arte y la cultura en México.


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